GOLPE LETAL

Baloo seguía peleando.
Los monos aullaban alrededor de la cisterna donde permanecía Bagheera. Mang, el murciélago, llevó la noticia a toda la Selva; Hathi, el elefante, barritó asustado y otros monos llegaban para ayudar a sus compinches.
Kaa atacó con el ciego instinto de matar. Un golpe de su cabeza es tan fatal como lanzar un martillo de media tonelada.
Si con sólo un metro una pitón derriba a un hombre al golpearlo en el pecho; ¡cómo sería Kaa con sus nueve metros!
Embistió, para empezar, a la masa de monos que aplastaba a Baloo.
Fue suficiente.
Los monos huyeron despavoridos.
Rudyard Kipling
Fuente: Colección Amiguitos
Fuente: Colección Amiguitos
