EDUCALO BIEN

Ruge cuanto quieras - le dijo Bagheera -. Pero recuerda: llegará un día en que este niño te hará rugir, pero de otra manera.
Hicimos bien -dijo Akela-. Nos será muy útil en la caza.
- Sí - ratificó Bagheera -. Nadie es jefe de la manada siempre.
Akela pensó en su futuro: perdería fuerzas; lo considerarían un inútil y lo condenarían a muerte. Otro lo sucedería.
- Llévatelo - le dijo a Padre Lobo-. Y edúcalo para bien.
Esta es la historia de Mowgli y de su ingreso a la manada de Seeonee. Su rescate fue un toro y su gran defensor, Baloo.
Diez años después…
Los lobatos eran ya adultos cuando él aún era un infante.
Padre lobo, con suma paciencia, le enseñó todo lo de la Selva: el mínimo crujido bajo la hierba, un soplo de aire nocturno, el ulular del búho, los ruidos de los murciélagos o el chapoteo de un pez saltarín. Luego, dormía, comía y si el cuerpo le exigía aseo, nadaba en las lagunas. Si quería miel -había aprendido de Baloo que lo más exquisito, como la carne, eran las nueces con miel-, trepaba a los árboles en su busca. Bagheera fue su gran maestra en el trepar. Al inicio fue muy torpe; pero luego volaba entre las ramas, como los monos grises.
Rudyard Kipling
Fuente: Colección Amiguitos
Fuente: Colección Amiguitos
