LA HORMIGUITA BONITA

Había una vez una hormiguita tan linda, tan hacendosa, que era un encanto. Un día que barría la puerta de su casa, se halló una moneda. Pensó: “¿Compraré piñas? No, porque no las podré partir. ¿Caramelos? No, porque son golosinas”. Al final se fue a una tienda donde compró maquillaje; se lavó, se peinó, se aplicó colorete y se sentó a la ventana. Como estaba tan bonita, todo el que pasaba se enamoraba de ella. Pasó un toro y le dijo: “Hormiguita, ¿te quieres casar conmigo?”. -¿Y cómo me enamorarás? -respondió la hormiguita. El toro rugió y la hormiga se tapó los oídos con sus patitas. -Sigue tu camino -le dijo al toro-, que me asustas y me espantas. Sucedió igual con un perro que ladró, un gato que maulló, un cochino que gruñó y un gallo que cantó. Hasta que pasó el ratón Pérez; la enamoró tan delicadamente, que la hormiguita le dio gustosa su manita. ¡Eran tan felices! Quiso la mala suerte que un día fuese la hormiguita sola a misa, después de poner la olla. Le advirtió al ratón que no menease la olla con la cuchara chica, sino con el cucharón; pero el ratón Pérez hizo lo contrario y, por su torpeza, se cayó en la olla -como en un pozo- y allí murió ahogado.
Al volver la hormiguita a su casa, nadie respondió. Corrió a la morada de una vecina para que la dejase entrar por el tejado, pero esta no quiso; recurrió a un cerrajero y se fue directamente a la cocina, miró la olla y ¡qué dolor: vio al ratón Pérez ahogado sobre el caldo que hervía. La hormiguita se echó a llorar amargamente. Vino el pájaro, y le dijo: -Pues yo, pajarito, me corto el piquito. -¿Por qué, pajarito - dijo una paloma- te has cortado el pico?
-Porque el ratón Pérez murió, y la hormiguita lo siente y lo llora. -Pues yo, la paloma, me corto la cola.
-¿Por qué, paloma, te cortaste la cola? -dijo la fuente clara. -Porque el ratón Pérez se cayó en la olla, y la hormiguita lo siente y lo llora; y el pajarito cortó su piquito; y la paloma se corta la cola; y yo, la fuente clara, me pongo a llorar. -¿Por qué lloras fuente clara? -dijo la infanta de la cántara. -Porque el ratón Pérez se ahogó, la hormiguita lo siente y lo llora, el pajarito se cortó el piquito, la paloma se corta la cola; y yo, la fuente clara, me pongo a llorar. -Pues yo, que soy infanta, romperé mi cántara. y todo, porque el ratón Pérez no acató el buen consejo. Fin
Fernán Caballero
