MESSUA
-No tienen educación; parecen los monos grises -pensó, soplando su melena y mirándolos con aire de pocos amigos.
-¿Por qué le temen? -dijo el sacerdote-. Acaso no ven las cicatrices que lleva en piernas y brazos. son los mordiscos de , los lobos. Es un niño lobo que ha escapado de la Selva.
Eran huellas de sus juegos con los lobatos, no mordiscos.
-¡Pobre! -dijo una mujer-. Lo han mordido los lobos. ¡Y es tan bello!
Yo diría, Messua, que es el niño que te robó el tigre.
-¡Lo miraré! -dijo una mujer que orlaba sus muñecas y tobillos con brazaletes de cobre-. Sí, se parece mucho a mi niño.

El cura los conocía a todos. Messua era la esposa del hombre más rico del lugar. Por eso, luego de mirar el cielo, dijo solemne:
Unos 4.000 años a.C. la Mesopotamia fue poblada por los sumerios, procedentes de Asia central. Su zona de radicación fue Sinear, donde habitaron en chozas de ladrillo, trabajaron el cobre y el oro, y dejaron testimonios arquitectónicos en pirámides escalonadas llamadas zigurats.






