DOLOROSO TRIUNFO

- ¡Bah! ¡Vete, gato de la selva! Pero al volver, juro como hombre que volveré, cubriré mi cabeza con tu piel. Akela debe vivir; nadie lo matará. No son más que perros. ¡Váyanse!
La rama ardía con toda su fuerza. Los lobos, con las lenguas afuera, miraban aterrorizados, huyendo al presentir que morirían quemados. Se quedaron Akela, Bagheera y diez lobos leales a Mowgli, quien sintió un aguijón de pena en el alma.
Lloró dolorosamente y las lágrimas corrieron por sus mejillas.
-¿Qué me pasa? -bramó-. ¡No quiero dejar la Selva, no quiero!
Rudyard Kipling
Fuente: Colección Amiguitos
Fuente: Colección Amiguitos
