BALOO A LA PELEA

Bagheera, al percibir que Mowgli vivía, sintió renacer. Con tino, peleando despacio, fue avanzando hacia la cisterna. Y oyó el grito salvaje de Baloo. ¡Cuánto había demorado!
-¡Bagheera, estoy contigo! -gritó-. ¡Subo a ayudarte! ¡Brrr!
Casi sin aliento, Baloo llegó a la terraza y quedó enterrado por decenas de monos.
Se paró y con las patas delanteras iba golpeándolos unos contra otros; sintiéndose feliz al comprobar que Bagheera llegó a las cisternas. Allí no podían perseguirla.
Rudyard Kipling
Fuente: Colección Amiguitos
Fuente: Colección Amiguitos
0 comentarios:
Publicar un comentario en la entrada