HIPNOSIS

-¡No, Kaa! -dijeron-. No lo haremos si no nos lo indicas.
-Entonces, den un paso. ¡Acérquense!
Los monos, sin fuerzas, obedecieron y se acercaron. Baloo y Bagheera trataron de volver, pero Mowgli los detuvo.
-No me sueltes -susurró Bagheera- o iré, ciego, hacia Kaa.
-¡Vámonos! -dijo Mowgli, saltando las murallas hacia la Selva.
-¡Uff! -exclamó Baloo-. Jamás buscaré otra vez su ayuda.
-Sabe más que nosotros -Bagheera temblaba-. Si me quedaba un rato más allí, habría ido a parar a su inmensa boca.
Rudyard Kipling
Fuente: Colección Amiguitos
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