
Un perro mordió a un hombre, y este corría por todos lados buscando quien lo curara. Un vecino le dijo que mojara un pedazo de pan con la sangre de su herida y se lo arrojase al perro que lo mordió. Pero el hombre herido respondió:
¡Si así premiara todos los perros del pueblo vendrían a morderme!
MORALEJA: Si avivas el fuego de la maldad, arderá la pradera y el remedio será peor que la enfermedad.
VALOR ALENTADO: Rechazar lo absurdo.
Fuente: Fábulas Ejemplares De Esopo
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