IMPERTINENTES

La Luna iluminaba la cueva. De pronto todo oscureció. Shere Khan metió su cabezota y Tabaqui le chillaba por detrás:
-Señor, estoy seguro, se ha metido aquí.
-Estamos honrados con tu visita, Shere Khan -dijo Padre Lobo, aunque sus ojos expresaban lo contrario-. ¿Qué deseas?
-Mi presa, sólo eso. Perseguía a sus padres; pero han huido abandonando a su cachorro. Te lo exijo. Continua...
Rudyard Kipling
Fuente: Colección Amiguitos
Fuente: Colección Amiguitos
0 comentarios:
Publicar un comentario en la entrada