BALOO, EL ORADOR

¿Hay otro defensor? - dijo Akela-. ¿Quién sigue a Baloo?
Surgió una sombra. Era Bagheera, la pantera negra.
Todos la conocían. Temida y respetada, reuma la astucia de Tabaqui, la osadía del búfalo y la fiereza del elefante herido.
Akela -musitó Bagheera-, no tengo ni voz ni voto; pero la Ley me autoriza a comprar el cachorro. ¿Pudo hablar?
- Está bien - dijeron los lobos jóvenes, siempre hambrientos-. Que hable Bagheera. Puede poner un precio al cachorro.
Rudyard Kipling
Fuente: Colección Amiguitos
Fuente: Colección Amiguitos
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