RESPUESTA A DOS PREGUNTONES

Esto avivó el espíritu de contrabando; y de la fortaleza desaparecía la pólvora, malbarateada a los pulperos.
Una noche llegaron dos soldados a la pulpería del italiano Doménico, y pusieron sobre el mostrador dos mochilas llenas de pólvora. Después de pesaría, pagó el comprador y se fueron los soldados. No se habrían alejado mucho cuando se oyó la terrible detonación y la pulpería se desplomó. Presúmese que la pólvora cayó sobre el candil.
Apenas si se hallaron restos del cuerpo de Doménico y la voz popular dio a la calle el nombre del “Quemado”.
Queda satisfecho un curioso. También se me ha preguntado el porqué cuando dos prójimos pagan a medias un billete de lotería se dice Que han hechado suerte en “baca”, con “b” de burro.
Ahora diré lo que oí de boca de viejos:
Allá por 1780 surgió en Lima la primera lotería pública, en la que no se jugó muy limpio, reapareciendo en tiempos de Avilés.
Bajo el gobierno de Abascal se dio a Gaspar Rico y Angulo la administración de loterías, quien siendo redactor de “El Depositario”, papelucho inmundo contra los patriotas -en su oficina de la calle de Arzobispo- pintó una cabeza bovina con este texto: “A la fortuna, por los cuernos”. Y así lo expresaba esta copla popular:
“Fortuna no vi ninguna, cual la de este caballero, porque lo hizo su ternero la vaca de la fortuna”.
Los billetes valían un real, y cuando dos lo compraban a medias, decían:
“Un cuerno para ti y otro para mí”.
En 1817, el suertero Jerónimo Chávez, a quien llamaban “Chombo, el Dichoso”, quiso sintetizar la apuntación que sus compañeros escribían en el registro, e inventó la palabra “baca” con “b” larga. Los suerteros (y no “sorteros”) no están obligados a corrección ortográfica.
Fuente: Tradiciones De Ricardo Palma.
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