LA RANA SOLITARIA
Este cuento trata de una ranita preciosa que quería tener amiguitos…
Había una vez una rana que vivía sola en un cañaveral, junto a un estanque.
Ella quería tener amigos, pero no conocía a ningún otro animal. Creía que el mundo era bosque de cañas y que ella era el único ser vivo que existía.
Un día se produjo una tormenta sobre el estanque. La rana nunca había visto una tormenta. Oyó un trueno y pensó que era la voz de otro ser viviente.
- ¡Me está llamando para jugar conmigo! – pensó la rana con alegría.
En ese momento resonó muy cerca otro trueno.
- ¡aquí estoy! – exclamó la rana-. ¡No te vayas! ¡Ya voy!
Y trepó por los tallos hasta el extremo de los juncos.
Al rato cayó un relámpago y después estallo un trueno.
- ¡Te he visto! – gritó la rana-. ¡Eres muy hermoso! ¡Me gustaría ser tu amiga!
De pronto se levantó un fuerte viento que arrastró a la rana hasta el agua del estanque. Con el golpe, la rana perdió el conocimiento y se hundió.
Cuando pasó la tormenta, unos sapos encontraron a la rana tendida en fondo del estanque. Después de un largo tiempo, la rana despertó y vio a su alrededor a todas las ranas y sapos del estanque. La rana no podía creer lo que veía.
- ¡Somos tus amigos! – exclamaron todos-. Pero dinos, ¿de dónde vienes? Nunca te hemos visto por aquí.
La rana contó su historia y todos los sapos y ranas la escucharon conmovidos.
Desde aquel día, la rana jamás volvió a estar sola.
Erwin Moser.
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