EL LOBO Y EL CABALLO

- ¡Amigo, si los lobos comieran cebada, no hubieras preferido complacer a tus oídos, sino a tu estómago!
MORAJELA: Cuidado. A todo rufián, aunque parezca actuar como manso, jamás debe de creérsele.
VALOR ALENTADO: Aprender a desconfiar del malvado.
Fuente: Fábulas Ejemplares De Esopo.
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