EL ÁGUILA Y LA FLECHA
Estaba sentada un águila en el pico de un peñasco esperando por la llegada de las liebres. Mas la vio un cazador, y lanzándole una flecha le atravesó su cuerpo.
Viendo el águila entonces que la flecha estaba construida con plumas de su propia especie, exclamó:
- ¡Qué tristeza, terminar mis días por causa de las plumas de mi especie!
MORALEJA: Más profundo es nuestro dolor cuando nos vencen con nuestras propias armas.
VALOR ALENTADO: No debemos ser confiados con nadie.
Fuente: Fábulas Ejemplares De Esopo.
0 comentarios:
Publicar un comentario en la entrada