30/08/2010

EL CABALLO, EL BUEY, EL PERRO Y EL HOMBRE.

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EL CABALLO, EL BUEY, EL PERRO Y EL HOMBRE.
Cuando Zeus creó al hombre, sólo dio unos pocos años de vida. Pero el hombre, activando su inteligencia, al llegar el invierno edificó una casa y habitó en ella.

Cierto día en que el frío era muy corto y la lluvia caía, no pudiendo el caballo aguantarse más, llegó corriendo donde el hombre y le pidió que le diera abrigo.

Le dijo el hombre que sólo lo haría con una condición: Que le cediera una parte de los años que le correspondía. El caballo aceptó. Poco después se presentó el buey que tampoco podía sufrir el más tiempo. Le contestó el hombre lo mismo: Que lo admitiría se le daba cierto número de sus años. El buey cedió una parte y quedó admitido. Por fin llegó el perro, también muriéndose de frío, y cediendo una parte de su vida, obtuvo su refugio. Y he aquí el resultado: Cuando los hombres cumplen el tiempo que Zeus le dio, son puros y buenos; cuando llegan a los años pedidos al caballo, son intrépidos y orgullosos; cuando están en los del buey, se dedican a mandar; y cuando llegan a usar el tiempo del perro, al final de su existencia; se vuelven irascible y malhumorados.

MORALEJA: Acata con humildad el consejo de los años, abandonando con donaire las cosas de la juventud y ¡Salud!

VALOR ALENTADO: El buenhumor durante toda la vida.

Fuente: Fábulas ejemplares de Esopo

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