25/10/2010

LEYENDA DEL ORIGEN DEL SER HUMANO

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EL ORIGEN DEL SER HUMANO
Hace mucho, pero mucho tiempo, no existía el hombre en la desértica costa del antiguo Perú.
El dios Sol se aburría mucho, pues diariamente caminaba solo por los cielos y no había gente que se ocupara de él, ni quien le ofreciera sacrificios o festejara su aparición tras las montañas.
- ¿Por qué no creo hombres y mujeres?
Así ellos tendrán que adorarme y agradecerme y no me sentiré solo -pensó.
Entonces el Sol bajó a la costa, a Végueta cerca de Huacho, y dejó tres huevos, uno de oro, el segundo de plata y el tercero de cobre.
Del huevo de oro salieron majestuosos los señores, los curacas, la gente más importante, la principal. Del huevo de plata aparecieron sus mujeres también ricamente vestidas, cubiertas de joyas.
Por último, del huevo de cobre nació el resto de los hombres y mujeres del pueblo y se pusieron a trabajar.
Todos empezaron a poblar la tierra.
Sus descendientes son la gente que conoces y ves caminar por las calles.
Otro mito costeño era conocido en los valles de Lima y de Lurín. Se cuenta que hace muchísimos años Pachacamac había entablado una lucha con su hermano Vichama y que esta rivalidad en búsqueda de poder, duró mucho tiempo. Tras el combate final, encontrándose solo, Pachacamac decidió poblar mundo para que sus habitantes le rindieran adoración y culto.
Ordenó así a cuatro ociosas estrellas que alumbraban la noche, que bajara a la Tierra y se transformaran en gente. Dos de ellas se volvieron hombres y mujeres nobles, mientras que de las otras dos, hombres y mujeres del pueblo. Todos empezaron a poblar la tierra y sus descendientes son la gente que conoces y ves caminar por las calles.
María Rostworowski

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