A continuación les presento esta lectura que se trata de un cuidad que fue sepultada por las aguas del mar, todo por el orgullo de las personas ricas que nunca se dignaron en ayudar a los pobres... ¿quiéres saber que fue lo que pasó?... entérate!, espero que les guste
LA CUIDAD SEPULTADA POR LAS AGUAS
Hace muchos siglos en Holanda, país eu ropeo, había un pueblo muy hermoso llamado Stavoreen, que estaba ubicado cer ca al mar. La mayoría de sus habitantes eran muy ricos y orgullosos, porque sus barcos iban a distintas parte del mundo a buscar tesoros, oro y plata; vivían en palacios y no se preocupaban de las personas pobres de esa bella ciudad.
Entre esos privilegiados habitantes había una dama millonaria que era muy soberbia y cruel. Un día llamó al capitán de su más poderoso barco y le dijo: "Capitán, vaya y traiga el más grande cargamento de la cosa más preciosa del mundo".
- ¿Y cuál es esa cosa? - replicó el capitán.
- En la tierra solo hay una cosa que es la más preciosa de todas, así que parta a buscarla.
El capitán del navío, temeroso por el carácter iracundo de la dama, no atinó a decir nada más y se fue con dirección a su nave y se hizo a la mar. Después que partió llamó a todos sus oficiales y les dijo:
- La dama millonaria me ha encargado conseguir cosa más preciosa del mundo, pero no me ha dicho cual es. Alguien de us tedes sabe ¿Cuál es la cosa más preciosa del mundo?
- Sí mi capitán, dijo un oficial, es el oro.
- No. dijo Otro oficial, es la plata.
Un tercer oficial intervino en la conversación y exclamó:
- La cosa más preciosa del mundo es el diamante, la perla y el rubí. Un marinero afirmó:
-No es ninguna de esas ¿saben cuál es? son las telas".
El capitán meditó bastante y dijo:
-Yo sé cuál... es el trigo. Porque con el trigo se hace el pan y este es indispensable en el alimento de las personas y por lo tanto es la cosa más preciosa del mundo.
Todos los marineros se dirigieron a comprar dicho alimento, el cual lo consiguieron en una ciudad muy lejana y retomaron a Stavoreen.
Mientras tanto la dama contaba a todas sus amistades que había enviado al capitán de su navío a buscar la cosa más preciosa del mundo.
Toda la población aguardaba con interés el regreso del navío. El capitán de la nave, apenas llego, fue al palacio de la señora rica y le manifestó que había traído su pedido:
- A ver dígame, ¿Que me ha traído usted?
- Señora, le traigo un cargamento del más hermoso trigo.
- Miserable, replico la señora, a usted le he pedido la cosa más preciosa del mundo y se atreve a traerme un vulgar trigo, vaya al puerto y tire el trigo al mar, yo iré para presenciar que se cumplan mis órdenes.
El capitán partió con dirección al puerto y por el camino se encontró con numerosos pobres que pedían alimentos. A ellos les dijo: " Mi patrona tiene un gran cargamento de trigo que me ha ordenado arrojarlo al mar, si ustedes van y le piden que por favor les regale el trigo, diciéndole que son personas pobres y tienen hambre, quizás se conduela y les obsequie este alimento".
Al poco rato la señora llego al puerto y le dijo al capitán:
- ¿Usted, ha cumplido con mis órdenes?
- No, todavía señora.
- Entonces, que espera para hacerlo.
En esos momentos se le acercaron cientos de personas pobres. El capitán aprovecho para decirle a la señora: "¿Por qué, en vez de arrojar el tri go al mar, no les obsequia dicho ali mento, a estas personas necesitadas?" Los pobres al escuchar las palabras del capitán manifestaron:
- i Sí, señora, por favor, regálenos el trigo, tenemos hambre!
Pero la dama, que era una persona cruel exclamo:
- i Cumpla con mis órdenes y arro jen el trigo al mar!
- ¡Jamás! - replicó enérgico el capitán.
Entonces la dama ordenó a los ma rineros, cumplir con su deseo; estos inmediatamente hicieron lo que le dijo la dama, a pesar de los ruegos de las personas pobres.
El capitán dirigiéndose a la dama, lleno de ira le increpó: "Ya cumplie ron con su orden los marineros. Sin embargo habrá de llegar un día en que usted se lamentara y ese día tendrá hambre y ninguna de las personas que ve se compadecerá de usted".
- Eso e imposible, capitán, yo soy la persona más adinerada de Stavoreen. En esos momentos la dama se sacó el anillo de brillantes y lo arrojó al mar diciendo: "Cuando este anillo vuelva a estar en mis manos creeré en lo que usted me ha dicho".
Pasaron varios meses. Hasta que un día, un criado que preparaba la comida de la dama encontró el anillo en el estómago de un pez. Inmediatamente llevó la joya a su patrona. La señora sorprendida le preguntó: "¿Dónde lo has encontrado?".
- En el estómago de un pez. La dama en esos momentos recordó las palabras del capitán." Al cabo de varia horas, recibió la noticia que todos sus barcos habían naufra gado y con ellos, perdió todos sus tesoros de oro y plata, así como sus piedras preciosas. Que sus palacios habían sido destruidos.
La señora ya no era rica, sino la más pobre de todas las personas, como no tenía con que alimentarse y pasaba hambre, fue de puerta en puerta pidiendo que le den algo de comer, siquiera un mendrugo de pan, pero ni los ricos ni los pobres le dieron nada.
Como consecuencia de esto la pobre dama falleció de hambre y frio.
Sin embargo las demás personas ricas no cambiaron sus costumbres, seguían siendo egoístas y malas.
Cierto día, amaneció el puerto de Stavoreen bloqueado por un gran banco de arena, el cual impidió el comercio. Del banco de arena empezó a brotar el trigo que la dama hizo arrojar al mar todo se cubrió de estas hierbas, pero el trigo no daba frutos; a pesar de ello los ricos tenían que comer y los pobres no.
Cierto día, un hombre preocupado por lo que había hallado reunió a todos los ricos y les dijo: “He encontrado dos peces en el pozo, el dique está roto”. Los ricos no le hicieron caso.
Durante la noche el mar intempestivamente entró en la ciudad y todas las casas y palacios quedaron totalmente cubiertas por las aguas del mar. Los ricos y los pobres perecieron. En el sitio donde estaba la bella ciudad de Stavoreen, que fue destruida por el egoísmo de las personas ricas que se negaban a ayudar a los pobre, ha aparecido el Zuider Zee que es una especie de golfo.
Fuente: Lectura es Vida
Editoria: Escuela Activa S.A.